A lo largo de mi carrera realicé diversas ilustraciones para editoriales, ya sea para acompañar notas o para transmitir ideas de manera visual. Cada proyecto tuvo un concepto particular, pero todos compartieron el mismo objetivo: comunicar de forma simple y potente a través del color y el movimiento. Cada cliente planteó un mensaje distinto —estilo, libertad, conexión, expresión— que interpreté con mi impronta artística. El resultado fue una serie de piezas vibrantes y memorables que demuestran cómo el arte, la ilustración y el diseño pueden unirse para dar vida a mensajes con gran fuerza visual.